La Asociación de Centros de Formación Profesional FPEmpresa reafirma su compromiso con la Alianza STEAM y presenta, con motivo del Día Internacional de la Mujer, ocho historias reales de mujeres que desempeñan profesiones tradicionalmente asociadas con hombres y que cuentan cómo ha sido su experiencia.

Hoy es 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer. Día, también, de las mujeres STEAM.

Según datos de la UNESCO, solo el 35% del alumnado matriculado en estudios vinculados a disciplinas STEAM (Science, Technology, Engineering, Arts & Maths), en todo el mundo, son mujeres. Según la Comisión Europea, solo el 17% de los empleos del sector tecnológico en la Unión Europea, uno de los sectores con mayor empleabilidad y con mejores retribuciones, están ocupados por mujeres. En España, según el Ministerio de Educación y Formación Profesional, la escasa presencia femenina se refleja, sobre todo, en algunas familias profesionales de FP, como Fabricación Mecánica (9,4%) o Electricidad y Electrónica (4,8%).

En el Día Internacional de la Mujer, FPEmpresa ratifica su apoyo a la Alianza STEAM, iniciativa impulsada por el Ministerio de Educación y Formación Profesional, y da voz a ocho mujeres que ejemplifican la situación actual de estas profesiones y el papel de la mujer en ellas.

Ángeles Villora Martínez estudió el CFGS de Aeromecánica en el CIFP Aguas Nuevas de Albacete. Trabaja en Pratt and Whitney Canadá, líder mundial aeroespacial en motores de aviación, dando soporte y asistencia técnica a clientes de todo el mundo como parte del equipo de reparaciones móviles. Siempre tuvo especial interés en el mundo de la aviación y vio en la FP una forma amena de combinar teoría y práctica, que podría prepararla mejor para los retos del mundo laboral.

Resalta que el apoyo de su madre fue decisivo para comenzar estos estudios; el resto de su entorno también la ha apoyado siempre y se siente muy orgulloso de ella. Sabe lo que es la superación; en la primera compañía donde trabajó, empezó como auxiliar de mantenimiento y, con mucho esfuerzo, llegó a convertirse en la primera mujer jefa de equipo. Al hablar sobre su experiencia profesional, considera que ser mujer en un mundo de hombres hace que todo se magnifique; si se hace algo mal, eres malísima (“¡claro, eres mujer!”), pero, si se hacen las cosas bien, se sobresale inevitablemente. Para llegar a ese punto, cree que es necesario esforzarse el doble, trabajando duro y dando siempre lo mejor. De su centro de estudios, el CIFP Aguas Nuevas, recuerda con especial cariño a los profesores y compañeros, quienes dice que, con su pequeña aportación, han hecho de ella la persona que es ahora. Se muestra convencida al afirmar que la sociedad en general debe trabajar por un mundo sin sesgos ni prejuicios y que esa es la única manera de ser completamente libres a la hora de elegir una profesión.

Alba Noelia Sánchez Castro estudió el CFGS de Electromedicina Clínica en el CIFP Canastell de Alicante. Trabaja como técnico de electromedicina en el Grupo Empresarial Electromédico.

Recuerda que desde “chiquitilla” le ha gustado “trastear los equipos” y que “nació con un destornillador en la mano” por la influencia de su padre. Siempre consideró que con la FP se aprende más y que tiene más salidas frente a otras alternativas académicas; en las prácticas en empresa se realizan evaluaciones y cabe la posibilidad de que se realice una contratación posterior. En su caso particular, se ha encontrado con profesores o conocidos que ponían en duda su capacidad para dedicarse a la electromedicina, al pensar que los equipos médicos que debía reparar eran muy pesados para ella por ser mujer. Nunca hizo mucho caso a esos comentarios y cree que todo el mundo, sin distinción, puede trabajar de lo que quiera. Agradece especialmente el apoyo de sus padres y de sus profesores de academia, Nuria y Eugenio. En el CIFP Canastell, se sintió muy arropada y tanto el profesorado como compañeros la trataron como a una más. Anima a las jóvenes a que prueben, sin miedo; solo así sabrán si les gustan de verdad estas disciplinas.

Cristina Calvo Fabián estudió el CFGS de Mantenimiento de Instalaciones Térmicas y de Fluidos y en la actualidad está cursando el CFGS de Eficiencia Energética, ambos en el IES San Roque de Badajoz. Desempeña su labor profesional en el servicio técnico de averías y mantenimiento en la empresa Heatcool Event, donde comenzó a trabajar a raíz de las prácticas realizadas durante sus estudios de FP.

Valora mucho el apoyo recibido de su familia y profesores, que siempre han estado ahí para todo lo que ha necesitado. Manifiesta no haber encontrado ninguna traba en su carrera académica y profesional por el hecho de ser mujer. De hecho, la contrataron prácticamente al terminar las prácticas, hace casi dos años, y está muy contenta en la empresa, en la que le dan muchas facilidades para formarse y seguir progresando. La escasa presencia femenina en estas profesiones la atribuye a los estereotipos que muchas veces se asocian a las mujeres que realizan estos trabajos. Como posible solución, propone dar más visibilidad a estos perfiles en los centros educativos, sobre todo en los cursos de educación secundaria. En cualquier caso, insiste en la idea de estudiar lo que a una le guste y tener claro que las mujeres son igual de válidas que los hombres para desempeñar profesiones STEAM.

Elvira Elizabeth Yapura Beltrán estudió el CFGS de Proyectos de Obra Civil en el CE Ave María San Cristóbal de Granada. En la actualidad, trabaja en el departamento de delineación, realizando labores de gestión de datos y delineación de proyectos de obra civil, en la empresa Betancourt Ingenieros.

Ya desde que estaba en Bolivia, tenía interés por esta rama profesional. De hecho, fue allí donde inició los estudios de ingeniería civil, pero, una vez en España, no pudo convalidarlos. Cuando vio anunciada la oferta formativa del CE Ave María San Cristóbal sobre el CFGS de Obra Civil, supo que era justo lo que estaba buscando, tanto por lo que le ofrecía académicamente como por las salidas que tenía al finalizar. Se siente afortunada de haber contado siempre con el apoyo de su familia y de su entorno más cercano; de sus profesores, que le transmitieron no sólo conocimiento, sino pasión por la profesión; y de sus compañeros, por la ayuda y el apoyo que siempre le han brindado. Confiesa no haber encontrado trabas en su carrera por el hecho de ser mujer, aunque sí aprecia que hay menos mujeres estudiando y trabajando en este sector. Alienta a las jóvenes a que tomen conciencia del enorme potencial laboral que ofrece el sector tecnológico y a que conozcan en detalle el abanico de estudios y salidas profesionales STEAM.

Eva Palacios Faci estudió el CFGS de Automoción en el INS Caparella de Lleida. Trabaja en Grupo Motor Tarrega Trucks 360 S.L.U., como parte del equipo de asesoramiento al cliente y recepción de vehículos del taller. De la FP destaca el módulo de FCT (Formación en Centros de Trabajo), que da la oportunidad de darse a conocer en una empresa y de adquirir la tan solicitada experiencia laboral.

Eligió esta rama por dos razones, fundamentalmente: la primera, por haber pasado los veranos en el camión de su padre; la segunda, porque sentía que este ciclo ofrecía más oportunidades en el mundo laboral. Piensa que el apoyo de su familia, profesores y compañeros, tanto de estudio como de trabajo, le ha facilitado mucho el día a día, y le da ganas de seguir adelante y superar todo lo que venga. Se siente valorada e integrada. Si tuviera que destacar a una persona, ese sería el Sr. Francisco Verú, el jefe de taller, que siempre le anima a seguir creciendo profesionalmente. Invita a las chicas a las que les gusten las profesiones STEAM a que luchen por su sueño y que no se sientan infravaloradas en un mundo laboral donde predominan los hombres, porque las mujeres pueden ser iguales o mejores que ellos.

Sara Martín Pinillos estudió el CFGS de Energías Renovables en el CISER (Centro Integrado de Formación Profesional Superior en Energías Renovables) de Imárcoain, centro en el que también se encuentra cursando el CFGS de Centrales Eléctricas a distancia. Trabaja como Técnico de laboratorio en el departamento de fotovoltaica en el Centro Nacional de Energías Renovables (CENER).

Apasionada de la ciencia desde niña, eligió estudios relacionados con la electricidad gracias al profesorado que tuvo en la ESO y en el bachillerato. Las energías renovables le parecieron una gran oportunidad; amante de la naturaleza y de la electricidad, pensó: “¡esto es lo mío!”. Además de su padre, con quien comparte su pasión por la ciencia, de su madre, su ejemplo a seguir, y de sus hermanos, destaca que una de las personas que más le ha apoyado en su carrera profesional es su pareja, que siempre le ha animado a luchar por lo que quería. Cuando se enfrentaba a comentarios que ponían en duda su capacidad por el mero hecho de ser mujer, decidía hacer oídos sordos y recordar de qué era capaz; eso la ayudaba a no venirse abajo. Para ella, es de vital importancia superar los estereotipos por los que nos vemos influidas desde la infancia y no rendirse; hay que romper el techo de cristal y llegar a una paridad real, siendo totalmente libres de elegir, sin que la elección, sea cual sea, esté mal vista por la sociedad.

Marta Campos Peiró estudió el CFGS de Mecatrónica Industrial en el IES Almussafes de Valencia y, actualmente, cursa Ingeniería Mecánica en la Universitat Politècnica de València. Trabaja en la oficina técnica de la empresa Gaequip, en el diseño de equipos industriales.

Eligió estos estudios porque en solo dos años podría formarse como Técnico Superior en Mecatrónica y adquirir formación totalmente enfocada al mercado laboral y a las necesidades de las empresas. A pesar de que este no era el camino que sus padres hubieran esperado que tomara, la han apoyado incondicionalmente y asegura que no lo podría haber conseguido sin ellos. Siempre les estará agradecida. Al hablar sobre su experiencia laboral, afirma que no se ha encontrado ninguna traba por el hecho de ser mujer, aunque en ocasiones sí ha debido demostrar su valía con hechos y explicaciones, mientras que, a sus compañeros, con la misma experiencia, no les ha hecho falta demostrar nada. En esas ocasiones, ha sido clara y rotunda con sus argumentos y, aunque esa reacción le hiciera parecer una mujer seria, esta ha sido, dice, la mejor manera de plantar cara. Recomienda el sector STEAM a las mujeres porque en él pueden desarrollar ideas ingeniosas y realizar proyectos de envergadura. Se muestra convencida de que no hay trabajos para mujeres u hombres, solo hay trabajos para profesionales.

Marta Latorre Martín estudió el CFGS de Automatización y Robótica Industrial en los Salesianos de Zaragoza y el CFGS de Mecatrónica Industrial en el CPIFP Corona de Aragón. Trabaja en la empresa Geysehn, como parte del equipo de mantenimiento y desmontaje de armarios eléctricos.

Le ha gustado desde siempre la tecnología, pero, a la hora de decidir una carrera universitaria, las asignaturas le parecían demasiado “aburridas”, todo demasiado teórico. La Robótica, en cambio, sí logró captar su atención. Comparte ese interés con su padre, que, al igual que el resto de su entorno, siempre la ha ayudado y apoyado. En general dice no haber encontrado ninguna dificultad en los estudios por ser mujer; más bien al revés, la gente siempre se ha mostrado muy contenta al ver que una mujer se decidiera por grados superiores así, en los que no se suele apreciar mucha presencia femenina. La única vez que dice haberse sentido discriminada, aunque resulte difícil de demostrar, fue en una entrevista de trabajo para un puesto de mecánica, en la que le hicieron entender que estaría “perdida” montando cosas en el taller. De cualquier manera, para ella lo fundamental es estudiar lo que a una le guste; y si gusta, hay que ir a por ello.

Estas ocho historias comparten un denominador común, que sin duda es uno de los secretos del éxito académico y profesional de sus protagonistas: el apoyo incondicional de su familia y entorno más cercano. Además, todas ellas coinciden también en otra cuestión de suma relevancia: la escasez de referentes femeninos en los que las nuevas generaciones puedan verse reflejadas. El relato de estas historias pretende cumplir esa función: mostrar referentes reales que permitan superar estereotipos y que animen a las jóvenes a luchar por ser lo que quieran ser.