José María Pérez, profesor de FP en el IES Alonso de Madrigal, es finalista de los Premios EDUCA ABANCA a Mejor Docente de España, que se celebrarán el 15 de marzo de 2025 en A Coruña, coincidiendo con el Congreso Mundial de Educación Educa 2025. Inicialmente fue nominado gracias a los comentarios sus alumnos, quienes le propusieron desde el principio para el certamen, y ahora optará a un premio de 1.000€ por su labor como docente y sus méritos en el sector educativo.
El jurado ha valorado para su selección la realización de actividades innovadoras, la participación en acciones formativas de reciclaje de conocimientos e investigaciones, la publicación de libros y artículos en revistas, etc. Actualmente, Pérez lleva 5 años ejerciendo de profesor en el Alonso de Madrigal dentro del Ciclo de Desarrollo de Aplicaciones Multiplataforma preparando a sus alumnos lo mejor posible para su entrada en el mercado laboral.
Del sector privado a la docencia
La trayectoria de Pérez le ha llevado a impartir clases en el mismo ciclo que estudió. Tras 18 años de experiencia trabajando en empresas privadas de Salamanca, Madrid, Barcelona y Londres como desarrollador de productos digitales, la pandemia y la paternidad le hicieron dar el salto a la educación.
Este recorrido le ha ayudado a ganar más confianza y seguridad en el aula, saber qué ideas o procesos saldrán bien pese a las complicaciones que surjan. Cada proyecto se enfrenta a nuevas problemáticas en las que “para conseguir un camino nuevo, damos diez falsos”, dice. Ávila en tapas, Huellas, Carné Joven de Castilla y León, Rememora o FoodSafety son algunos de los trabajos con los que ya ha conseguido múltiples reconocimientos, entre los que destacan el segundo premio en los Premios Transferencia de Conocimiento de la FP de FPEmpresa en 2022, el Premio a Experiencias Inspiradoras otorgado por el Ministerio o el segundo Premio de Ideas y Servicios de Datos Abiertos de la Junta de Castilla y León.
El profesor como guía
Las bases de su metodología son la práctica, el dinamismo y el trabajo en equipo. El modelo que a Pérez le gustaba de profesor es aquel que cuenta cosas acerca de la empresa, los requisitos que exigen, cómo se coordinan… Razón por la cual ahora busca trasladar esto mismo a sus estudiantes. Así, “cuando dan el salto a la empresa, se dan cuenta de que lo que hacemos en el aula no es muy diferente a lo que a lo que se hace allí”, comenta. Prefiere, pues, que su alumnado se adapte a las dinámicas laborales desempeñando tareas y otorgándoles responsabilidades propias del oficio más allá de la pura teoría.
En este sentido, explica que “el paradigma del profesor de ahora no tiene nada que ver con el de hace diez o quince años”. Cree que los docentes deben servir de guía, acompañar al alumnado en su formación y darles mucha responsabilidad. “Que un profesor intente luchar contra toda la información que tienen los alumnos no es el camino correcto.”
Trabajar la empatía en el aula
Sin embargo, no es esto lo que él más destaca como fundamento de una educación de calidad. Lo más importante en sus clases es trabajar la empatía y las emociones, el compañerismo, la escucha y ser asertivos. “Ese tema no le tocan tanto y ahí es donde tenemos que estar nosotros. Tengo alumnos que son padres de familia, que están trabajando para llevar dinero a su casa, que son inmigrantes y de todo tipo de culturas, y ahí es donde la empatía se necesita un montón.”
Si ganara el premio, dice, sería una sorpresa, pues para él sus alumnos son los verdaderos jueces, y que le hayan nominado ya es todo un refuerzo a su labor. Aun así, comenta que “sería algo importante para la ciudad y para nuestro centro. Ávila necesita también ese tipo de reconocimientos: las cosas que se hacen, se hacen muy bien y no tienen la visibilidad que se merecen”.