El IES Clara del Rey (Madrid), centro asociado a la Asociación de Centros de Formación Profesional FPEmpresa, ha llevado a cabo durante el curso 2022-2023 un proyecto centrado en la reutilización de equipos informáticos a través del Aprendizaje Basado en Servicios (ABS). El ABS es una metodología educativa que combina el aprendizaje y el servicio a la comunidad de manera integrada. “Decidimos implementar esta metodología para un proyecto que no solo beneficiaría a nuestros estudiantes, sino también a nuestra comunidad local”, ha expresado Juan Ignacio Contreras, profesor de Informática y coordinador de TIC en el centro.
El propósito del centro madrileño es dar una segunda vida a aquellos ordenadores que, aunque no encajan para la formación del alumnado de FP, pueden ser útiles para centros de infantil y primaria. Para ello, el proyecto ha contado con la implicación del alumnado del Grado Medio en Sistemas Microinformáticos y Redes y del Grado Superior en Desarrollo de Aplicaciones Web.
Origen y objetivos
“Este proyecto surgió a partir de la necesidad inherente a nuestros ciclos formativos, donde la actualización tecnológica constante de los equipos usados en el aula es crucial. Por lo que el material que quede sin usar puede ser destinado para otras opciones educativas. De hecho, sin esta iniciativa, estos equipos habrían terminado en centros de reciclaje”, ha contado el responsable del proyecto.
Así es como este proyecto contribuye a la reducción de la basura electrónica y al ahorro de los recursos naturales necesarios para la fabricación de nuevos equipos. Respecto a los objetivos, la idea busca fomentar el aprendizaje práctico de los alumnos y las alumnas y alinearse con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS). Por último, se busca ayudar a crear escuelas con neutralidad de CO2, minimizando la huella de carbono a través de prácticas sostenibles como la reutilización de equipos informáticos.
Para alcanzar los objetivos marcados se realizarán los siguientes pasos: recogida de equipo para identificar los aparatos funcionales, la formación de estudiantes para reparar y actualizar los ordenadores e instalar el sistema operativo MAX, documentación y presentación del trabajo. Finalmente, se efectuará la colaboración con los CEIP para entregar el equipo restaurado y se procederá a una evaluación del proyecto.
“Sin duda, este proyecto supone para el centro una oportunidad de aunar en una misma iniciativa los valores educativos, sociales y medioambientales. Además, para nuestros estudiantes les ayuda a adquirir habilidades prácticas y aplicar sus conocimientos de manera significativa. Esta experiencia les brinda una valiosa visión de lo que pueden esperar en su futura vida laboral, ya que las tareas que realizan son similares a las que encontrarán en un entorno de trabajo real”, ha concluido Contreras.