Dentro del compromiso de la Asociación de Centros de Formación Profesional FPEmpresa con la «Alianza STEAM por el talento femenino. Niñas en pie de ciencia», de nuevo se presta especial atención a aquellas mujeres tituladas en Formación Profesional que han elegido desarrollarse profesionalmente en un sector tradicionalmente masculino: Informática y Comunicaciones.

El espíritu de celebración del Día Internacional de la Mujer perdura, y cualquier día resulta propicio para destacar su labor, especialmente cuando esa labor se desarrolla en sectores del tejido productivo donde su presencia es notoriamente escasa.

Según el último informe publicado por el Ministerio de Educación y Formación Profesional, Igualdad en cifras MEFP 2021, Aulas por la igualdad (datos correspondientes al curso 2018-2019), las familias profesionales vinculadas a profesiones STEAM presentan una ocupación considerablemente menor que otras disciplinas. En el caso que nos ocupa, la familia profesional Informática y Comunicaciones, presenta los siguientes datos de matriculación de mujeres en los tres niveles de Formación Profesional: FP Básica, 17,4%; FP Grado Medio, 7,6%; y FP Grado Superior, 11,6%.

Estos porcentajes absolutos representan historias reales, historias de mujeres que decidieron optar por esta disciplina “poco femenina”, sin importarles que pudieran verse en amplia minoría en las aulas o, posteriormente, en los centros de trabajo; mujeres que, con su decisión, ayudaron y ayudan a cumplir uno de los objetivos de la Alianza STEAM: conseguir que los porcentajes citados aumenten año tras año.

Thais Camuñez Mercado estudió un CFGM en Sistemas Microinformáticos y Redes en el Institut de Lliçà y un CFGS en Desarrollo de Aplicaciones Multiplataforma, Videojuegos y Ocio Digital en el Institut Tecnològic de Barcelona. Está trabajando en Movetia como desarrolladora de aplicaciones móviles para los sistemas operativos iOS y Android. A ella, desde pequeña, le interesó la tecnología, principalmente los ordenadores, los móviles y los videojuegos; desde los 14 años empezó a investigar sobre programación de aplicaciones y se dio cuenta de que quería dedicarse a ello. Destaca que su entorno familiar le ha apoyado siempre en su decisión de estudiar Formación Profesional. Fue su hermana la que, tras haber realizado estudios de FP, le recomendó esta rama, al considerar que era más idónea para alcanzar su meta profesional.

Lo mismo le sucedió a Isabel González Jiménez, titulada del CFGS de Sistemas Informáticos y Telecomunicaciones por el IES Universidad Laboral de Albacete y actualmente Técnica de Sistemas en Fibratown. Ya desde bien pequeña le interesaban las nuevas tecnologías y ella, al igual que Thais, ha recibido el apoyo de su entorno más cercano. En concreto, de su madre, que siempre se ha esforzado muchísimo en que ella pudiera estudiar lo que le gustaba. Por ello, dice, le estará eternamente agradecida.

Sin embargo, el inicio de la historia de Nahiara Maeso Sánchez en esta disciplina, dentro de la Formación Profesional, no contó con todo el apoyo que ella habría esperado. Nahiara, tras finalizar el bachillerato, decidió ir a la universidad. No obstante, pasado algún tiempo, decidió dejarla y realizar estudios de FP. En ese momento, pensó, y con el tiempo se ha dado cuenta de que no se equivocaba, que estos estudios iban a ser más acordes a lo que a ella le gustaba realmente y que le iban a preparar mejor para el mercado laboral. Desafortunadamente, su entorno más cercano no estaba del todo de acuerdo con su decisión; veían la Formación Profesional como una alternativa para “fracasados”. Tuvo que “pelear” mucho, pero finalmente ganó la batalla, cursó sus estudios y se tituló en el CFGS en Desarrollo Web por el CIFP Carlos III de Cartagena. Hoy en día, trabaja como consultora junior en la empresa Everis-NTT Data.

El caso de Natalia Jiménez Crespo fue un poco diferente. Ella, si bien ha contado siempre con el apoyo incondicional de su familia, afirma que cuando acabó el bachillerato, y aprobó la selectividad, no tenía nada claro qué carrera realizar. Estaba completamente “perdida”, no sabía qué era lo que le haría sentirse realizada profesionalmente y, lo más importante, no sabía qué era lo que le haría más feliz. Un día, en el instituto, le informaron sobre unos ciclos formativos de FP y le parecieron muy interesantes. Valoró las salidas profesionales y se dio cuenta de que este era un sector con gran potencial. Se animó a probar y, para su grata sorpresa, descubrió un mundo “sorprendente”. Se tituló en el CFGS en Administración de Sistemas Informáticos en el Asunción de Nuestra Señora de Ávila y en el CFGS en Sistemas de Telecomunicaciones e Informática en el IES Vasco de la Zarza, también de Ávila. Está trabajando en estos momentos en Deimos Space como administradora de sistemas y seguridad de la información. La historia de Natalia es el claro ejemplo de que la orientación académica y profesional, bien ejecutada, sí funciona.

Los datos constatan que poder contar con el apoyo de las personas del entorno contribuye favorablemente al éxito de una carrera académica o profesional. A la hora de destacar personas clave en las distintas etapas formativas y profesionales, todas lo tienen claro.

Thais habla de su profesora de informática y tecnología de la ESO, Carme Solé, que la motivó y la animó en su decisión de estudiar FP. Además, gracias a la intervención de su profesora, que solicitó un cambio de horarios de las asignaturas de informática y francés, impartidas a la misma hora, pudo continuar cursando informática. En su trabajo, destaca a su compañero Alejandro Morón y le agradece el apoyo mostrado en sus primeros meses en la empresa. A Nahiara le gustaría resaltar el apoyo de sus tutoras del ciclo, que la respaldaron y ayudaron en todo momento. Para Isabel y Natalia, el apoyo de sus actuales compañeros de trabajo ha sido fundamental para hacer más fácil su desarrollo profesional.

Respecto a cómo incentivar a las niñas y jóvenes para que cursen estudios tradicionalmente asociados con hombres, cada una propone distintas alternativas que comparten este objetivo común.

Thais es de la opinión de que los estudios no hacen distinción entre hombres y mujeres. Lo importante es que el profesorado imparta sus asignaturas de forma que estimule y motive al alumnado a aprender e interesarse por ellas. Nahiara apuesta por la realización de un mayor número de charlas, cursos y eventos formativos que visibilicen a la mujer en este sector, que, dice, podrían ayudar a más mujeres a estudiar y trabajar en estas disciplinas. Isabel hace un llamamiento a todas las niñas o jóvenes que se interesan por la tecnología y les lanza un mensaje cargado de fuerza y convicción: “si te gusta, y quieres, puedes hacerlo; es sólo cuestión de actitud, nunca te rindas”. Por su parte, Natalia hace alusión a la necesidad de visibilizar más referentes femeninos, en los que mujeres del sector dieran a conocer su experiencia y compartieran con las más jóvenes su pasión por el mundo tecnológico. Además, considera fundamental conseguir que la motivación sea un elemento clave en las etapas formativas.

Al inicio del informe del Ministerio de Educación y Formación Profesional, anteriormente mencionado, aparece una cita de Ruth Bader Ginsburg (m. 1933–2020) – jueza y jurista estadounidense que se destacó por su trabajo en la lucha por la igualdad legal de género – que resulta idónea para el cierre de este reportaje: “Serás aquello que quieras ser, siempre que trabajes con perseverancia y pasión en tu sueño. No permitas que nadie se interponga en tu camino para ser la mujer que desees”.